por Rituu B. Nanda y Randika de Mel
¡Juntemos las manos, EvalParticipativa! Reciban nuestros saludos desde la India!
Felicitaciones por el excelente trabajo que vienen realizando en la promoción de la participación comunitaria en la evaluación. Nosotros formamos parte del grupo de acción de la Asociación Asia Pacífico de Evaluación (APEA) sobre Apropiación Comunitaria en la Evaluación.
En julio del 2021 llevamos a cabo una consulta en línea que contó con la participación de 90 personas de diferentes partes del mundo para crear conciencia acerca de la importancia de fortalecer la apropiación comunitaria en la evaluación y elaborar un plan de acción conducente a la apropiación comunitaria en la evaluación en la región Asia Pacífico.
El punto culminante de la consulta fue la participación comunitaria. Dos jóvenes indígenas de la India (apoyados por la Faith Foundation) aceptaron la Antorcha de la Evaluación. Una joven líder expuso su experiencia en la investigación liderada por niñas de EMpower.
¿Cómo luce una auténtica apropiación en los hechos?
Sentimos que la participación era un espectro y reflejaba modelos como la escalera de la participación de Arnstein y dimensiones del enfoque de indagación colaborativa de Weaver y Cousins.
Los y las participantes coincidieron en que apropiación comunitaria de la evaluación quiere decir participación total de la comunidad en todas las etapas de la evaluación, desde la planificación hasta el levantamiento, análisis y difusión de la información, así como en la toma de decisiones.
La comunidad, a través de sus representantes, es decir, de los distintos grupos sociales de la comunidad, y desde sus diferentes estratos sociales, conoce el propósito de la evaluación y cómo esta se llevará a cabo, sabiendo, además, cómo ayudarán a definir e implementar la evaluación y analizar los resultados, así como a llevarla adelante.
¿Quién es “la comunidad” en la apropiación comunitaria?
En las comunidades existen dinámicas de poder tales como: desigualdades, inequidades, raza, etnicidad, clase social, rango y privilegio. Arnstein escribió en 1969 que la participación sin una redistribución del poder “permite que quienes detentan el poder aleguen que todas las partes fueron consideradas, pero que solo algunas de esas partes se beneficien”. Para los desempoderados, se trataría de un “proceso vacío y frustrante”. Es por eso que los y las profesionales de la evaluación deben tomar nota de dichas estructuras de poder y facilitar cuidadosamente quiénes hablan en nombre de la comunidad cuando el enfoque es participativo. Según un evaluador consultado, todos, hasta los más jóvenes y ancianos, indígenas o personas de cualquier orientación sexual, discapacidad o raza pueden manifestar su opinión.
¿Por qué apropiación comunitaria en la evaluación?
Los y las participantes opinaron que una participación auténtica de la comunidad genera transparencia, confianza y apropiación de la evaluación. Marco Segone, en su trabajo sobre Evaluación Democrática, señala que “cuando las comunidades y los ciudadanos/as hacen suyos los programas de desarrollo y la evaluación de los mismos, esto los empodera y fortalece la igualdad y la sostenibilidad”.
La rendición de cuentas por parte de la comunidad es igualmente importante porque les permite medir su propio progreso como un colectivo. Cuando una comunidad es involucrada desde la concepción misma de un programa hasta la evaluación del mismo, asumen la responsabilidad de sus sueños y sus problemas. Ella evalúa cuál es su situación actual, desarrollan nuevas acciones y luego se vuelven a evaluar.
Dada la brevedad de los plazos para una evaluación, la apropiación comunitaria en profundidad no siempre es factible. Jayanthi Pushkaran, de EMpower, señala que la creciente presión sobre los receptores de financiamiento para producir resultados ha llevado a un mayor énfasis en los efectos, alejando a los ejecutores y evaluadores de los enfoques participativos. En virtud de ello, la mayoría opinó que la participación debieras ser un aspecto institucionalizado en el sistema de evaluación.
¿Cuál es la función de los evaluadores y profesionales del desarrollo?
El imaginario de una sujeto conocedor e informado versus un “público objetivo” supuestamente ignorante debe desaparecer. Las herramientas participativas seguirán siendo meras herramientas si no damos un viraje en nuestra mentalidad hacia una lógica basada en la fortaleza de las comunidades, asumiendo que ellas son capaces de evaluar y encontrar sus propias soluciones.
Es necesario modificar el rol tradicional de evaluador/a al de facilitador/a. “De ninguna manera debemos definir sus problemas. Nosotros somos facilitadores,” subrayó otro participante.
Facilitar espacios donde se consideren las voces independientemente del nivel social. Donde se lleven a cabo diálogos sobre evaluación sin ninguna presión. Cuando la comunidad tiene la confianza para expresar sus ideas y sentimientos, se crea un valioso ambiente para el aprendizaje colectivo.
Potenciar las capacidades de la comunidad, de manera tal que puedan evaluar en cualquier momento, con muy poco o ningún apoyo de extraños. “Necesitamos modificar los tecnicismos, el lenguaje que usamos como evaluadores”. “[Necesitamos] fortalecer el empoderamiento y los enfoques evaluativos transformadores, que mantienen a las comunidades en el centro de la evaluación”, sostuvo Marco Segone.
Los/as evaluadores/as tienen que desarrollar una argumentación sólida en defensa de la justicia social y de una distribución equitativa de los recursos, las oportunidades y la capacidad de negociación de las comunidades. “Como un primer paso que nos conduzca a ello, tenemos que elevar la importancia de las comunidades entre los círculos de evaluación más amplios, la comunidad de evaluación, los responsables de diseñar las políticas públicas, las organizaciones financieras y, lo más importante, entre las propias comunidades,” anotó Marco Segone.
Los cambios en la vida de las personas tienen lugar a nivel comunitario. La pandemia de la COVID-19 ha destruido décadas de desarrollo global, con el impacto más fuerte en los vulnerables y por lo tanto descarrilando el cumplimiento de los ODS.
Una vía esencial para enrumbar el curso nuevamente es poner a las comunidades y la participación ciudadana en el centro del desarrollo, incluso en la evaluación, con el firme propósito de “no dejar a nadie atrás” en los ODS.
Ejemplos y recursos compartidos durante la consulta
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- Investigación liderada por niñas de EMpower. Enlace a la publicación
- Asociación de Voluntariado en Salud de Assam y organización The Constellation. La apropiación comunitaria en el programa de vacunación rutinaria. Enlace al sitio
- Campaña en medios sociales para la comunidad de voluntarios/as de Filipinas, que busca amplificar las iniciativas comunitarias programadas e implementadas por ellos mismos. Enlace a la página de la campaña.
- Proyecto financiado por Humedica International y ejecutado por una organización socia local en el distrito de Sanghar, provincia de Sind, Pakistán. Enlace a la página del proyecto.
- La cosecha de alcances como una metodología participativa. Enlace al documento
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Un llamado a la redistribución del poder
Si queremos que nuestras generaciones futuras prosperen, y deshacer el daño ocasionado a nuestro planeta, necesitamos un enfoque completamente diferente para resolver los problemas. Necesitamos cuestionar nuestros supuestos acerca del poder y reexaminar quiénes tienen una voz en la toma de decisiones. Ian Davies, evaluador, comentó que “en los hechos, nosotros les quitamos el poder, y por ‘nosotros’ me refiero a la sociedad en su conjunto. Por lo que considero que no se trata tanto de empoderar a las partes interesadas, sino de devolverles el poder que les fue sustraído, más específicamente a los titulares de derechos”.