por Esteban Tapella
Durante los últimos quince años el discurso público en torno a políticas y programas de desarrollo ha enfatizado la necesidad de fortalecer el protagonismo de la sociedad civil en las intervenciones a ella dirigidas. Conceptos tales como ‘participación’, ‘acompañamiento’, ‘perspectiva de los actores’, entre otros, resultan cada vez más frecuentes.
Esto se ve reflejado también en el campo de la evaluación, donde emergen distintos enfoques que buscan un mayor involucramiento de diferentes actores sociales, tales como la Evaluación Democrática, la Sistematización de Experiencias, el Cambio Más Significativo, el Enfoques Colaborativo en Evaluación y -por supuesto- la Evaluación Participativa. Estos enfoques reflejan una nueva sensibilidad en el campo evaluativo: la de captar la perspectiva de los actores sociales a la hora de valorar o atribuir resultados e impactos a una determinada intervención.
Decimos que una Evaluación Participativa es aquella donde las partes involucradas en un programa o proyecto definen qué será evaluado, con qué objetivos, cuándo se hará, qué métodos de recolección y análisis de datos se usarán y cómo se comunicarán los resultados. Así pensada, una Evaluación Participativa busca favorecer la incorporación activa y consciente de los llamados actores sociales claves vinculados a la intervención evaluada. Pero, ¿quiénes son estos actores sociales claves? ¿cómo comprendemos sus interrelaciones y la de cada uno de ellos con el programa o proyecto? En esta nota intentaré dar respuesta a esos interrogantes. Para ello, presentaré el documento de trabajo ‘Mapeo de Actores Claves (MAC), el cual introduce esta herramienta que considero puede ser de gran utilidad en evaluaciones que se propongan la participación e inclusión social.