EL MAPEO DE ACTORES CLAVES. UNA HERRAMIENTA AL SERVICIO DE LA EVALUACIÓN PARTICIPATIVA

por Esteban Tapella

Durante los últimos quince años el discurso público en torno a políticas y programas de desarrollo ha enfatizado la necesidad de fortalecer el protagonismo de la sociedad civil en las intervenciones a ella dirigidas. Conceptos tales como ‘participación’, ‘acompañamiento’, ‘perspectiva de los actores’, entre otros, resultan cada vez más frecuentes.

Esto se ve reflejado también en el campo de la evaluación, donde emergen distintos enfoques que buscan un mayor involucramiento de diferentes actores sociales, tales como la Evaluación Democrática, la Sistematización de Experiencias, el Cambio Más Significativo, el Enfoques Colaborativo en Evaluación y -por supuesto- la Evaluación Participativa. Estos enfoques reflejan una nueva sensibilidad en el campo evaluativo: la de captar la perspectiva de los actores sociales a la hora de valorar o atribuir resultados e impactos a una determinada intervención.

Decimos que una Evaluación Participativa es aquella donde las partes involucradas en un programa o proyecto definen qué será evaluado, con qué objetivos, cuándo se hará, qué métodos de recolección y análisis de datos se usarán y cómo se comunicarán los resultados. Así pensada, una Evaluación Participativa busca favorecer la incorporación activa y consciente de los llamados actores sociales claves vinculados a la intervención evaluada. Pero, ¿quiénes son estos actores sociales claves? ¿cómo comprendemos sus interrelaciones y la de cada uno de ellos con el programa o proyecto? En esta nota intentaré dar respuesta a esos interrogantes. Para ello, presentaré el documento de trabajo ‘Mapeo de Actores Claves (MAC), el cual introduce esta herramienta que considero puede ser de gran utilidad en evaluaciones que se propongan la participación e inclusión social.

¿QUÉ ES EL MAPEO DE ACTORES CLAVES?

También conocido como mapas sociales o sociogramas, el MAC supone el uso de esquemas para representar la realidad social en que estamos inmersos, comprenderla en su extensión más compleja posible y establecer estrategias de cambio para la realidad así comprendida (Gutiérrez, 2007). El MAC no solo consiste en elaborar un listado de posibles actores de un territorio, sino conocer sus acciones y los objetivos del por qué están en el mismo y cuáles son sus perspectivas respecto a una intervención pasada o por venir (Ceballos, 2004).

El MAC es un instrumento vinculado con la teoría de redes sociales. Esta herramienta descansa sobre el supuesto de que la realidad social se puede ver como si estuviera conformada por relaciones sociales donde participan actores sociales e instituciones sociales de diverso tipo.

El abordaje de redes sociales se caracteriza por considerar que se puede pensar a la sociedad en términos de estructuras, las cuales se manifiestan por diferentes formas de relación entre actores (sean estos un grupo, una organización, un individuo o una institución). Los conjuntos de vínculos o de relaciones sociales forman redes y, según sea la posición que los distintos actores ocupan en dichas redes, van a definir sus valores, creencias y comportamientos.

El MAC es una herramienta metodológica de tipo ‘estructural’ que básicamente permite acceder de manera rápida a la trama de relaciones sociales dadas en una zona determinada y -para una evaluación- respecto de una intervención específica (Pozo Solís, 2007). Es una herramienta útil para abordar aspectos objetivos del comportamiento de diversos actores, expresados y/o visibilizados en la trama de relaciones que se construya sobre una realidad específica.

Muchas de estas acciones y comportamientos responden a campos de relaciones entre posiciones históricamente producidas en el territorio. A la hora de comprender las posturas y acciones de diversos actores que se vinculan a una intervención, no basta con un simple listado de personas, grupos e instituciones. Es importante conocer sus acciones y la manera en la que se vinculan o son parte de una intervención.

Así, con el uso de esta herramienta intentamos identificar acciones y poderes de los actores sociales más relevantes, mirando más allá del panorama superficial de roles de los diferentes actores: ¿quién presiona y por qué? ¿quién no es escuchado? ¿quiénes son los afines y quiénes los opuestos?, ¿qué capacidad de influenciar las acciones de otros tienen determinados actores?, ¿cuáles son más vulnerables?, etc.

En síntesis, puede decirse que el MAC, también conocido por otros autores como análisis de redes o stakeholders analysis, se basa en los siguientes supuestos (Gutiérrez, 2007):

      • es posible pensar la sociedad en términos de estructuras,
      • las estructuras sociales se manifiestan en forma de relaciones entre actores sociales (individuos, grupos, organizaciones, etc.),
      • los conjuntos de vínculos o de relaciones sociales forman redes,
      • los valores, creencias y comportamientos de los diferentes actores varían según sea la posición que ocupan en dichas redes,
      • el principio de análisis de las redes o la construcción de mapas no son los individuos ni los grupos, sino las relaciones y las redes de relaciones. Los grupos surgen de las redes de relaciones y están cruzados por la pertenencia de sus miembros a distintas redes.

El MAC puede ser una herramienta al servicio de una evaluación o investigación social, en tanto nos permite situar la información recogida en función de dimensiones sociales, espaciales y temporales que ofrecen una perspectiva del campo como un todo. Los mapas pueden estar constituidos por relatos, rótulos, símbolos, fotografías, dibujos, flujogramas, organigramas, planos territoriales o una combinación de tales elementos.

¿QUÉ ES UN ACTOR SOCIAL?

Para comprender el concepto de MAC es necesario entender también el concepto de actores sociales o stakeholders (en este caso vistos como sinónimos). Los actores sociales pueden ser personas, grupos u organizaciones que tienen interés en un proyecto o programa. Los actores claves son usualmente considerados como aquellos que pueden influenciar significativamente (positiva o negativamente una intervención) o son muy importantes para que una situación se manifieste de determinada forma.

Un actor social es alguien que tiene algo que ganar o algo que perder a partir de los resultados de una determinada intervención o de la acción de otros actores. Usualmente son considerados actores aquellos individuos, grupos o instituciones que son afectados o afectan el desarrollo de determinadas actividades, aquellos que poseen información, recursos, experiencia y alguna forma de poder para influenciar la acción de otros.

Es importante señalar que los actores sociales o stakeholders se identifican y definen en relación a una cuestión en particular, ya sea una intervención externa (un proyecto, una ley, una empresa que tiene presencia en un territorio, etc.) o un problema específico (falta de agua, desalojo de las tierras, etc.). Es decir, los actores no se los identifica o definen en forma independiente del contexto (“en el aire”), si no en función de un aspecto específico de la realidad, tópico o asunto sobre los cual la gente tiene una acción concreta (un “stake”). Hay diferentes formas de clasificar actores en un MAC. Esto depende de la intencionalidad y el alcance del estudio o el proyecto de intervención que se está desarrollando. Incluso, en un mismo proyecto, podrán identificarse a los actores de manera diferente según sea el interés o aspecto al que se hace referencia sobre la acción de ese determinado actor.

¿PARA QUÉ SIRVE Y CUÁL ES EL ALCANCE DEL MAC?

El MAC es una herramienta que permite la identificación de los principales actores vinculados a un proyecto o programa, el análisis de sus intereses respecto del mismo, y la manera como cada uno de ellos puede afectar o afectó la viabilidad de un proyecto. Este instrumento ayuda a representar la realidad social en la que se va a intervenir o bien ya se ha intervenido, permitiendo conocer las relaciones entre actores en torno a la intervención, sus alianzas y conflictos, así como los ‘portavoces’ más representativos del conjunto.

Aun cuando su alcance es valorado, sobre todo en determinados momentos de una intervención o evaluación, es importante reconocer algunas limitaciones. Primero, en tanto herramienta de ‘síntesis’, el MAC puede generar una ‘radiografía’ superficial de la realidad. El esfuerzo de síntesis, si bien necesario, suele generalizar determinados aspectos, ocultando otros también importantes. En tal sentido, hay que tomar el MAC como una herramienta de abordaje más, pero no la única. La triangulación, la articulación con otras miradas y la combinación de herramientas diferentes pueden arrojar luz sobre estas limitaciones.

Segundo, hay que destacar que la realidad es cambiante, y que el rol y funciones de determinados actores pueden modificarse, ya sea por la presencia de nuevos actores, por cambios en el contexto o simplemente por cambios en los propios actores. En tal sentido, es necesario asumir que el mapeo que hacemos en un determinado momento es válido para ese momento, por lo que es necesario actualizarlo con frecuencia, incluyendo la mayor cantidad y diversidad de miradas.

Finalmente, el reunir actores en grupos o ‘clusters’ puede llevarnos a pensar que todas las partes de ese grupo funcionan al unísono, y no necesariamente es así. Nunca se debe asumir que todos los actores dentro de una categoría son homogéneos en sus percepciones. Dichas percepciones dependen de muchos factores, los cuales requieren ser abordados detalladamente. Cada situación debe ser considerada en su contexto y analizada con profundidad, sin generar conclusiones apresuradas sobre las probables posiciones que las distintas partes interesadas han tomado o podrían tomar. Es necesario reconocer estas limitaciones, para utilizar el MAC en su justa medida

¿CÓMO HACER UN MAC?

Para realizar un MAC existen diferentes modalidades. Por cuestiones de espacio, en esta nota sólo menciono los pasos posibles para hacer un MAC. Estos pasos, así como ejemplos y formas de clasificar los actores claves, están desarrollados con mayor profundidad en el documento de trabajo de referencia, sobre el cual se basa este escrito.El recorrido metodológico propuesto consta de seis pasos, iniciando por una propuesta inicial de los actores presentes en el territorio (física o simbólicamente) hasta completar el proceso al identificar y reconocer las relaciones ‘entre’ e ‘intra’ actores actores y reconocer las redes sociales existentes. El proceso considera con especial atención la identificación de funciones y roles que diferentes actores tienen para y con la intervención, así como la construcción de matrices y gráficas que permitan visualizar los distintos actores, por un lado, e ilustrar sus relaciones, por el otro.

Además del documento, es posible acceder a otros casos y ejemplos en mi tesis doctoral, una investigación evaluativa en torno al acceso a Servicios Ecosistémicos en el Oeste de la provincia de Córdoba, en Argentina (véase capítulos 5, 6 y 7), donde comencé a trabajar con el MAC.

A modo de cierre

Para hacer un MAC es posible utilizar diferentes enfoques y herramientas. Más allá de ello, creo importante tener en cuenta las siguientes consideraciones metodológicas.

Primero, es muy útil realizar el MAC con la participación de diferentes actores en diferentes dinámicas grupales. Mientras más heterogéneo sea el grupo, más se enriquece el MAC que se realice. La clasificación de actores claves debiera ser validada a través de un taller que involucre a los representantes de los supuestos ‘aglomerados’ o ‘clusters’ de actores, lo que permitirá una mejor visión de la distribución y arquitectura institucional de territorio (Ceballos, 2004).

Segundo, cuando se inicia la inserción en la comunidad (entrevistas exploratorias, observación participante, etc.), es necesario tener especial cuidado de no quedarse enredado en una sola red. Es decir, hay que evitar polarizar nuestro abordaje a partir de nuestros supuestos iniciales o los primeros contactos con los actores sociales, ya que esto llevaría a dejar de lado otras miradas, construyendo una red muy limitada y uniforme.

Tercero, como señala Gutiérrez (2007), a la hora de analizar los aspectos relacionales, es importante tener en cuenta los siguientes puntos:

    • la intensidad de las relaciones (qué relaciones son dominantes en cada espacio, tanto horizontal como en vertical, entre pares y entre estratos);
    • la densidad de las relaciones (las zonas de alta densidad han de ser objeto de especial atención, tanto en sus características internas como en la relación que mantienen entre ellas);
    • observación de los elementos centrales (es decir, aquellos que sirven como aglutinador de un espacio densamente relacionado);
    • observación de los elementos articuladores (aquellos que ocupan una posición estratégica, por su actividad, prestigio, por la coyuntura, etc. como para unir varios conjuntos o rearticular la red;
    • los conflictos o rupturas de la red (dónde se producen interferencias en la relación entre grupos o entre éstos y la base social, y qué carácter tienen estos conflictos);
    • los espacios sin relacionar (aquellos lugares que hipotéticamente habrían de estar relacionados y, sin embargo, no se da ningún contacto entre actores);
    • las relaciones indirectas (es decir relaciones transitivas o entre actores no ligados directamente); y
    • observación de los puentes locales (esto tiene que ver con el análisis de las relaciones débiles, pero importantes, por ejemplo, los procesos de difusión de información, donde queda demostrado la importancia de dichos puentes y su validez como articuladores de la red, tanto a nivel micro -de pequeños grupos, personales-, como a nivel macro -de grupos sociales mayores, relación entre actores colectivos-).

Cuarto, debemos evitar el efecto ‘fotografía’ del MAC. Hay que entender que la realidad está en constante cambio. Por ello, dentro de lo posible, es necesario construir el MAC mediante diferentes cortes. Por ejemplo, podríamos tomar tres momentos; uno que aborde el pasado, analizando la situación sin intervención (análisis histórico), otro que observe la situación al inicio y durante la intervención, y otro en el momento que se está realizando la evaluación. En este intento por captar esa especie de movimiento o proceso en las relaciones de los actores, es importante comprender la potencial incidencia que puede haber tenido la intervención en los cambios observados.

Finalmente, el MAC, como tantos otros instrumentos, no debe ser aplicado como la única herramienta para la investigación o evaluación de una intervención. Por el contrario, el MAC es una herramienta más y debe ser complementada con otros análisis cualitativos y cuantitativos.


Referencias

  • Ceballos, M. M. (2004) “Manual para el desarrollo del mapeo de actores claves –MAC”, elaborado en el marco de la consultoría técnica GITEC-SERCITEC.
  • Gutiérrez, P. M. (2007) “Mapas sociales: método y ejemplos prácticos”, documento de trabajo del Programa para el fortalecimiento de la capacidad regional de seguimiento y evaluación de los proyectos FIDA para la reducción de la pobreza rural en América Latina y el Caribe (PREVAL)
  • Pozo Solís, A. (2007) “Mapeo de Actores Sociales”, documento de trabajo PREVAL-FIDA.
  • Tapella, E. (2012) Heterogeneidad social y valoración diferencial de servicios ecosistémicos. Un abordaje multi-actoral en el Oeste de Córdoba (Argentina). PhD Thesis. Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. https://rdu.unc.edu.ar/handle/11086/1661.

2 thoughts on “EL MAPEO DE ACTORES CLAVES. UNA HERRAMIENTA AL SERVICIO DE LA EVALUACIÓN PARTICIPATIVA

  1. Luis Ordóñez says:

    Interesante este mapeo de actores claves para el proceso de sistematizacion de experiencias educativas. Un abrazo

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